datos de las manos que teclean

Exemplum de lintheo

Relato ejemplar relacionado con un lienzo

Pedro Alfonso, Disciplina Clericalis, X

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(versión libre en español por Gabriela Marrón)

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Esto se cuenta acerca de cierto hombre que partió fuera de la ciudad, dejando a la esposa con su suegra. La mujer estaba enamorada de otro y se lo contó a su madre, que conmovida por ella favoreció esa pasión, llamó al pretendiente y comenzó a comer junto con él y su hija. Mientras estaban comiendo, llegó el marido y golpeó la puerta. La mujer se puso de pie, escondió al enamorado y luego le abrió al dueño de casa. Al entrar, el marido ordenó que se le preparara la cama, porque estaba cansado y deseaba recostarse. Nerviosa, la mujer no sabía qué hacer, y al notarlo, la madre dijo: “Hija, no te apures a preparar la cama, primero mostrémosle a tu marido el lienzo que hicimos”. Entonces, sacando un lienzo, elevó todo lo que pudo uno de sus extremos y le dio la otra punta a su hija para que la levantara. Extendiendo el lienzo de esa forma, engañaron al marido hasta que el amigo, que estaba escondido, salió. Entonces, la mujer le dijo a su hija: “Colocá sobre la cama de tu marido este lienzo tejido por tus manos y las mías.” El marido le preguntó: “Suegra, ¿usted también sabe tramar esta clase de lienzos”. Y ella respondió: “Ay, hijo mío, he tramado muchos lienzos de este tipo.”

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Exemplum de lintheo

(Pedro Alfonso, Disciplina Clericalis, X)

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Dictum est de quodam qui peregre proficiscens commisit uxorem suam suae socrui. Uxor autem sua alium quendam adamavit et matri hoc indicavit. Quae commota pro filia favit amori et convocans procum eundem coepit cum illo et filia epulari. Epulantibus illis supervenit maritus et hostium pulsavit. Et consurgens mulier procum abscondit et hostium postea domino aperuit. Qui postquam intravit, ut lectus sibi pararetur praecepit; nam quiescere volebat quia lassus erat. Turbata mulier dubitavit quid faceret. Quod videns mater: Ne festines, inquit, filia, lectum parare, donec monstremus marito tuo lintheum quod fecimus. Et extrahens lintheum vetula quantum potuit unum cornu illius sustulit et alterum filiae sublevandum dedit. Sicque lintheo extenso delusus est maritus, quousque qui latuerat egrederetur amicus. Tunc ait mulier filiae suae: Extende lintheum super lectum mariti tui, quia manibus tuis et meis est contextum. Cui maritus: Et tu, domina, scis tale lintheum parare? Et illa: O fili, multa huiusmodi paravi.

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dijo W. BENJAMIN sobre las traducciones

"Así como el tono y la significación de las grandes obras literarias se modifican por completo con el paso de los siglos, también evoluciona la lengua materna del traductor. Es más: mientras la palabra del escritor sobrevive en el idioma de éste, la mejor traducción está destinada a diluirse una y otra vez en el desarrollo de su propia lengua y a perecer como consecuencia de esta evolución."

de Walter Benjamin, "La tarea del traductor", en Angelus Novus, trad. de H. A. Murena, Barcelona, Edhasa, 1971, pp. 127-143.


dijo BORGES sobre las traducciones

¿A qué pasar de un idioma a otro? Es sabido que el Martín Fierro empieza con estas rituales palabras: "Aquí me pongo a cantar - al compás de la vigüela." Traduzcamos con prolija literalidad: "En el mismo lugar donde me encuentro, estoy empezando a cantar con guitarra", y con altisonante perífrasis: "Aquí, en la fraternidad de mi guitarra, empiezo a cantar", y armemos luego una documentada polémica para averiguar cuál de las dos versiones es peor. La primera, ¡tan ridícula y cachacienta!, es casi literal.

Jorge Luis Borges, La Prensa, Buenos Aires, 1 de agosto de 1926.