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De raptu Proserpinae (frag.) 2,273-306

de Claudio Claudiano
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(versión libre en español por Gabriela Marrón)
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El duro dios, vencido por esas palabras y la dignidad del llanto, siente la ansiedad del primer amor. Entonces le seca las lágrimas con su manto azul oscuro y consuela su triste dolor en un tono calmo: “Deja de angustiar tu espíritu, Prosérpina, con desoladas preocupaciones y un temor sin sentido. Se te ofrecerán reinos de mayor jerarquía y no sufrirás el matrimonio de un esposo indigno. Soy el hijo de Saturno, a mí se somete la estructura del universo y mi poder se extiende en el infinito vacío. No creas perdido el día. Tenemos otras estrellas, tenemos otras regiones. Verás una luz más pura, mirarás con mayor admiración el sol del Elisio y sus piadosos habitantes. Allí hay una edad más valiosa, habita la raza de oro y tenemos eternamente lo que los habitantes de la superficie obtuvieron una sola vez. Tampoco te faltarán suaves prados, allí irradian su perfume hacia mejores céfiros flores que son eternas, no como las que te ofreció tu Etna. En nuestros frondosos bosques hay también un árbol muy rico, que tiene inclinadas las refulgentes ramas por el peso del vivo metal. Estará consagrado a ti, conservarás opulento el otoño y siempre estarás colmada de amarillentos frutos. Y digo poco. Todo lo que abraza el aire transparente, todo lo que alimenta la tierra, todo lo que arrastran las aguas del mar, lo que revuelven los ríos, lo que hicieron crecer las lagunas y todo lo que vive expuesto al círculo lunar, que rodea el séptimo cielo y separa a los seres mortales de los astros eternos, cederá por igual ante tu poder. A tus pies vendrán los reyes que visten púrpura cuando dejen a un lado el lujo y se mezclen con la multitud humilde (todo lo iguala la muerte). Serás la que condene a los culpables, la que conceda descanso a los justos. Contigo como jueza, los criminales se verán forzados a declarar las malas acciones cometidas en vida. Recibe, junto con la corriente del Leteo, a las Parcas como esclavas: que lo que desees sea el destino.”
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De raptu Proserpinae (frag.) 2,273-306
de Claudius Claudianus
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Talibus ille ferox dictis fletuque decoro
uincitur et primi suspiria sensit amoris.
tunc ferrugineo lacrimas detergit amictu
et placida maestum solatur uoce dolorem:
‘desine funestis animum Proserpina, curis
et uano uexare metu. maiora dabuntur
sceptra nec indigni taedas patiere mariti.
ille ego Saturni proles cui machina rerum
seruit et immensum tendit per inane potestas.
amissum ne crede diem: sunt altera nobis
sidera, sunt orbes alii, lumenque uidebis
purius Elysiumque magis mirabere solem
cultoresque pios, illic pretiosior aetas,
aurea progenies habitat, semperque tenemus
quod superi meruere semel. nec mollia derunt
prata tibi; Zephyris illic melioribus halant
perpetui flores, quos nec tua protulit Aetna.
est etiam lucis arbor praediues opacis
fulgentes uiridi ramos curuata metallo:
haec tibi sacra datur fortunatumque tenebis
autumnum et fuluis semper ditabere pomis.
parua loquor: quidquid liquidus complectitur aer,
quidquid alit tellus, quidquid maris aequora uerrunt,
quod fluuii uoluunt, quod nutriuere paludes,
cuncta tuis pariter cedent animalia regnis
lunari subiecta globo, qui septimus auras
ambit et aeternis mortalia separat astris.
sub tua purpurei uenient uestigia reges
deposito luxu turba cum paupere mixti
–omnia mors aequat–; tu damnatura nocentes,
tu requiem latura piis, te iudice sontes
inproba cogentur uitae commissa fateri.
accipe Lethaeo famulas cum gurgite Parcas;
sit fatum quodcumque uoles.’
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Graffiti Romanos

(versiones libres en español por Gabriela Marrón)
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QVIS AMARE VETAT,
QVIS CVSTODIT AMANTES
NIL EST VNICVS [CIL IV, 4509]
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Alguien prohibe amar,
alguien protege a los que aman.
Nada es único.
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NIHIL DVRARE POTEST TEMPORE PERPETVO.
CVM BENE SOL NITVIT, REDDITVR OCEANO;
DECRESCIT PHOEBE, QVAE MODO PLENA FVIT.
VEN(TO)RVM FERITAS SAEPE FIT AVRA L(E)VIS. [CIL IV, 9123]
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Nada puede durar un tiempo eterno.
Cuando el sol brilló bastante, regresa al océano.
Mengua Febe, que antes estuvo llena.
La impetuosidad de los vientos a menudo se vuelve leves brisas.
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ADMIROR TE PARIES NON CECIDISSE RVINIS
QVI TOT SCRIPTORVM TAEDIA SVSTINEAS [CIL IV, 2487]
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Me admiro, pared, de que no te caigas a pedazos, teniendo que soportar la fatiga de tantas cosas escritas.
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SE)RPENTIS LVSVS SI QVI SIBI FORTE NOTAVIT
SEPVMIVS IVVENIS QVOS FAC(I)T INGENIO
SPECTATOR SCAENAE SIVE ES STVDIOSVS EQVORVM
SIC HABEAS LANCES SEMPER VBIQVE PARES [CIL IV, 1595]
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Si por casualidad alguien notó el movimiento de la serpiente que hizo con ingenio el joven Sepumio, ya seas un espectador del teatro o un aficionado a los caballos, ojalá sostengas siempre así, con esta misma oscilación, los platillos de la balanza repletos en cualquier lugar donde hagas negocios
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SABINIO ARS
ARS VRBICI VB(I)Q(VE) [CIL IV, 4723]
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Arte sabino.
Arte romano.
Arte por todas partes.
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SSEVERA ΦELASSSS [CIL IV, 8329]
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Ssevera, chupassss
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VENERIA
MAXIMO
MENTLA
EXMUCCAVT
PER VINDEMIA(M)
TOTA
ET
RELINQVE-
T VTR(VMQVE) VENTRE
INANE E(T)
OS PLENV
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Veneria le exprimió la pija a Máximo durante toda la vendimia, y él la dejó, con los dos agujeros vacíos y la boca llena.
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TRES FIRMAS
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COSMVS
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AMICVLVS
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AMENTIVS
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Quod nullus studens ludat...

Universidad de Montpellier, 1339
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(versión libre en español por Gabriela Marrón)
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Que ningún estudiante juegue:
(...) Establecemos, bajo pena de excomunión, que ningún estudiante, ni dentro ni fuera de su casa, puede abocarse a los dados, otro juego de azar o cualquier otra actividad recreativa en la que pueda perder dinero (...)
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Que ningún estudiante baile fuera de su casa:
(...) Establecemos, bajo pena de excomunión, que ningún Doctor, docente o estudiante puede bailar fuera de su casa o en la de otros estudiantes, sean cuales fueren los motivos o las circunstancias.
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Quod nullus studens ludat
Universidad de Montpellier, 1339
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Quod nullus studens ludat:
(…) Statuimus quod nulli scolastici, sub poena excommunicationis, intra vel extra domos quasinhabitant, ludant ad taxillos, aleas, vel alias quovis ludo, in quo pecunia perdi possit (…)
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Quod nullus studens tripudiet extra domum:
(…) Statuimus quod nullus Doctor, Baccalarius, vel Scolaris, extra domum suam vel scolarium aliorum,ex quavis occasione vel causa, sub excommunicationis poena, tripudiet.
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Triptolemus (Hig. 147)

Higinio, Fábulas, 147: Triptólemo
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(versión libre en español por Gabriela Marrón)
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Mientras Ceres buscaba a su hija Prosérpina, llegó hasta el rey Eleusino –cuya esposa, llamada Cotonea, había dado a luz un niño de nombre Triptólemo– y fingió ser una nodriza de bebés. La reina la recibió, complacida, como niñera para su hijo. Ceres quería volver inmortal al niño que estaba a su cuidado, entonces durante el día lo alimentaba con leche divina y por la noche, a escondidas, lo sumergía en fuego. De esa manera, los mortales crecían más de que lo que solían hacerlo. Y así fue que los padres se sorprendieron, empezaron a vigilarla y cuando Ceres quiso meterlo en el fuego, el padre salió asustado de su escondite. Ella, enojada, mató a Eleusino, pero a Triptolemo, el niño que estaba a su cargo, le concedió un don eterno. Porque le confió el carro para propagar los cereales, uncido a los dragones con los que él se desplazó y sembró de granos la superficie de la tierra. Una vez que regresó a su casa, Celeo ordenó matarlo acusándolo de demagogo, pero cuando se difundió la noticia, por orden de Ceres, le entregó a Triptolemo el reino. Él lo llamó “Eleusino”, a causa del nombre de su padre, e instauró el culto de Ceres, que los griegos denominan “Tesmoforia”.

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...Skyphos ático, figura roja, atribuido a Makron, circa 490-480 a.C.
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Higynius, Fabulae, 147: Triptolemus

Cum Ceres Proserpinam filiam suam quaereret, deuenit ad Eleusinum regem, cuius uxor Cothonea puerum Triptolemum pepererat, seque nutricem lactantem simulauit. hanc regina libens nutricem filio suo recepit. Ceres cum uellet alumnum suum immortalem reddere, interdiu lacte diuino alebat, noctu clam in igne obruebat. itaque praeterquam solebant mortales crescebant; et sic fieri cum mirarentur parentes, eam obseruauerunt. cum Ceres eum uellet in ignem mittere, pater expauit. illa irata Eleusinum exanimauit, at Triptolemo alumno suo aeternum beneficium tribuit. nam fruges propagatum currum draconibus iunctum tradidit, quibus uehens orbem terrarum frugibus obseuit. postquam domum rediit, Celeus eum pro benefactor interfici iussit. sed re cognita, iussu Cereris Triptolemo regnum dedit, quod ex patris nomine Eleusinum nominauit, Cererique sacrum instituit quae Thesmophoria Graece dicuntur.


Proserpina (Hig. 146)

Higinio, Fábulas, 146: Prosérpina
(versión libre en español por Gabriela Marrón)
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Plutón le pidió a Júpiter que le diera en matrimonio a Prosérpina, hija suya y de Ceres. Júpiter sostuvo que Ceres no iba a tolerar que su hija estuviera en el tenebroso Tártaro, pero le indicó que la raptara mientras se encontrara cortando flores en el monte Etna, situado en Sicilia. En el momento en que ella corta flores allí junto con Venus, Diana y Minerva, llega Plutón en su carro guiado por cuatro caballos y la rapta. Posteriormente, Ceres obtuvo el consentimiento de Júpiter para que Prosérpina permanezca la mitad del año con ella y la mitad con Plutón.
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....Fresco griego, siglo IV a.C., Vergina, Macedonia, Tumba I
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Higinius, Fabulae, 146: Proserpina
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Pluton petit ab Ioue Proserpinam filiam eius et Cereris in coniugium daret. Iouis negauit Cererem passuram ut filia sua in Tartaro tenebricoso sit, sed iubet eum rapere eam flores legentem in monte Aetna, qui est in Sicilia. In quo Proserpina dum flores cum Venere et Diana et Minerua legit, Pluton quadrigis uenit et eam rapuit; quod postea Ceres ab Ioue impetrauit ut dimidia parte anni apud se, dimidia apud Plutonem esset.
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Genesis 11, 1-9

(versión libre en español por Gabriela Marrón)
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En aquel entonces se hablaba una sola lengua y se intercambiaban las mismas palabras en toda la tierra. Después de que [los hombres] se pusieron en marcha desde Oriente, encontraron una llanura en la tierra de Sinar y se quedaron a vivir ahí. Y uno le dijo al que tenía al lado: “Vengan, vamos a hacer ladrillos y a hornearlos con fuego”. Y tuvieron ladrillos en lugar de piedras y brea en lugar de argamasa. Y dijeron: “Vengan, vamos a construirnos una ciudad y una torre que llegue a tocar el cielo con la punta, vamos a darnos un nombre para no dividirnos por la superficie de toda la tierra". Entonces bajó el Señor para ver la ciudad y la torre que edificaron los hijos de los hombres. Y dijo el Señor: “Es un solo pueblo y tienen una única lengua para todos. Este es el comienzo de su trabajo y en lo sucesivo no será difícil para ellos hacer lo que se propusieron. Vamos entonces, bajemos y confundamos allí su lengua, para que ninguno comprenda lo que dice el que tiene al lado.” Y así los dividió el Señor, desde aquel lugar, por la superficie de toda la tierra. Y dejaron de construir la ciudad. Por eso la llamaron Babel, porque ahí se confundió la única lengua de la tierra y desde ahí los dispersó el Señor por la superficie de toda la tierra.
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...Miniatura de un manuscrito de la Biblia Maciejowski - Siglo XIII
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Genesis 11, 1-9
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Erat autem universa terra labii unius et sermonum eorundem. Cumque proficiscerentur de oriente, invenerunt campum in terra Sennaar et habitaverunt in eo. Dixitque alter ad proximum suum: “Venite, faciamus lateres et coquamus eos igni”. Habueruntque lateres pro saxis et bitumen pro caemento. Et dixerunt: “Venite, faciamus nobis civitatem et turrim, cuius culmen pertingat ad caelum, et faciamus nobis nomen, ne dividamur super faciem universae terrae”. Descendit autem Dominus, ut videret civitatem et turrim, quam aedificaverunt filii hominum, et dixit Dominus: “Ecce unus est populus et unum labium omnibus; et hoc est initium operationis eorum, nec eis erit deinceps difficile, quidquid cogitaverint facere. Venite igitur, descendamus et confundamus ibi linguam eorum, ut non intellegat unusquisque vocem proximi sui”. Atque ita divisit eos Dominus ex illo loco super faciem universae terrae, et cessaverunt aedificare civitatem. Et idcirco vocatum est nomen eius Babel, quia ibi confusum est labium universae terrae, et inde dispersit eos Dominus super faciem universae terrae.
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De Rerum Natura: 5, 1028-61 y 1087-90

Fragmento acerca del origen del lenguaje
Sobre la Naturaleza de las Cosas, de Lucrecio

(versión libre en español por Gabriela Marrón)

La naturaleza dio forma a los variados sonidos de la lengua y en función de la conveniencia se expresaron los nombres de las cosas, por un motivo no muy diferente al que vemos cuando la incapacidad de hablar fuerza al gesto a los niños y hace que indiquen con el dedo los objetos que los rodean. Porque cada uno percibe lo que puede lograr con su fuerza: Antes de que los cuernos crecidos le surjan en la frente al ternero, éste acomete enfurecido con ellos y embiste dispuesto a atacar. Los cachorros de panteras y las crías de los leones ya se defienden con el mordisco o las uñas y las zarpas, antes de que les hayan nacido colmillos o garras. Vemos, además, a todo género de aves confiar en sus alas y pedirle temblorosa ayuda a las plumas.

Por lo tanto, no es serio pensar que al principio alguien le asignó nombres a las cosas y después los hombres aprendieron los primeros vocablos. Si ese pudo designarlo todo con palabras y articular los distintos sonidos de la lengua, ¿por qué no pensar que en ese mismo momento no intentaron también hacerlo los demás? Por otra parte, si los otros no hubieran utilizado también entre sí las palabras, ¿de dónde provino el conocimiento de que eran las apropiadas y de dónde sacó ese la original facultad de saber qué quería hacer y proyectarlo en su mente? Uno solo no podía obligar a tantos, ni tampoco dominar a los vencidos para que quisieran aprender los nombres de las cosas. Y no es sencillo persuadir a aquellos que son sordos acerca de lo que resulta conveniente o hacérselo comprender mediante algún razonamiento, porque no lo soportarían y no aguantarían que les aturdieran más los oídos en vano con esos sonidos de la voz nunca antes escuchados. Y por último, ¿qué tiene de tan sorprendente que el género humano, dotado de lengua y de voz, designara las cosas con distintas palabras en función de sus sensaciones? El mudo ganado, e incluso las especies de animales salvajes suelen producir sonidos variados y diferentes cuando están exultantes de alegría o cuando experimentan miedo o dolor. (...) Si distintos sentimientos impulsan a los seres vivos no dotados de lenguaje a emitir sonidos diferentes, ¿cuánto más pudieron entonces los seres humanos designar unas y otras cosas con palabras diversas?
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De Rerum Natura (5, 1028-61 y 1087-90)
Titus Lucretius Carus
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At varios linguae sonitus natura subegit
mittere et utilitas expressit nomina rerum,
non alia longe ratione atque ipsa videtur
protrahere ad gestum pueros infantia linguae,
cum facit ut digito quae sint praesentia monstrent.
sentit enim vim quisque suam quod possit abuti.
cornua nata prius vitulo quam frontibus extent,
illis iratus petit atque infestus inurget.
at catuli pantherarum scymnique leonum
unguibus ac pedibus iam tum morsuque repugnant,
vix etiam cum sunt dentes unguesque creati.
alituum porro genus alis omne videmus
fidere et a pennis tremulum petere auxiliatum.
proinde putare aliquem tum nomina distribuisse
rebus et inde homines didicisse vocabula prima,
desiperest. nam cur hic posset cuncta notare
vocibus et varios sonitus emittere linguae,
tempore eodem alii facere id non quisse putentur?
praeterea si non alii quoque vocibus usi
inter se fuerant, unde insita notities est
utilitatis et unde data est huic prima potestas,
quid vellet facere ut sciret animoque videret?
cogere item pluris unus victosque domare
non poterat, rerum ut perdiscere nomina vellent.
nec ratione docere ulla suadereque surdis,
quid sit opus facto, facilest; neque enim paterentur
nec ratione ulla sibi ferrent amplius auris
vocis inauditos sonitus obtundere frustra.
postremo quid in hac mirabile tantoperest re,
si genus humanum, cui vox et lingua vigeret,
pro vario sensu varia res voce notaret?
cum pecudes mutae, cum denique saecla ferarum
dissimilis soleant voces variasque ciere,
cum metus aut dolor est et cum iam gaudia gliscunt.
(...)
ergo si varii sensus animalia cogunt,
muta tamen cum sint, varias emittere voces,
quanto mortalis magis aequumst tum potuisse
dissimilis alia atque alia res voce notare!
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Hexamerón, día 6, 4.21

San Ambrosio, Obispo de Milán
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(versión libre en español por Gabriela Marrón)
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[Es la naturaleza] quien obstaculiza la ferocidad de la hembra del tigre, haciéndola retroceder cuando ya se abalanza sobre su presa. Porque si ella ha encontrado vacío el cubil donde estaba el cachorro que le arrebataron, inmediatamente persigue el rastro del raptor. Y aunque él se esté desplazando sobre un veloz caballo, al ver que puede ser superado por la velocidad del animal y que no puede valerse de ningún recurso para escapar, urde un plan para engañarla del siguiente modo. Cuando ve que la tiene prácticamente encima, le arroja una esfera de vidrio: ella se confunde ante su imagen, piensa que es el cachorro y sofrena su ímpetu, ansiosa por recuperar a la cría. Al darse cuenta de que ha sido demorada por una imagen vacía, descarga nuevamente toda su furia contra el jinete y, con mayor velocidad por el estímulo de la ira, lo alcanza en su huida. Él demora otra vez con el obstáculo de la esfera al animal que lo persigue, pero ni siquiera el recuerdo libra del engaño al celo maternal: hace girar con sus garras la vana imagen y el cachorro apacigua a la que ya va a amamantarlo. Así, confundida por la entrega de su amor filial, pierde la venganza junto con la cría.
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Fragmento de un Mosaico del corredor de la "Gran Caza". Piazza Armerina. Siglo IV.
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Sanctii Ambrosii Mediolanensis Episcopi
Hexaemeron Libri Sex (6, 4.21)
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[Natura] tigridis interpellat ferocitatem, et imminentem eam praedae reflectit. Namque ubi vacuum raptae sobolis cubile repererit, illico vestigiis raptoris insistit. At ille quamvis equo vectus fugaci, videns tamen velocitate ferae se posse praeverti, nec evadendi ullum suppetere sibi posse subsidium, technam hujusmodi fraude molitur. Ubi se contiguum viderit, sphaeram de vitro projicit: at illa imagine sui luditur, et sobolem putat, revocat impetum, colligere fetum desiderans. Rursus inani specie retenta totis se ad comprehendendum equitem viribus fundit et iracundiae stimulo velocior fugienti imminet. Ille iterum sphaerae objectu sequentem retardat; nec tamen sedulitatem matris memoria fraudis excludit: cassam versat imaginem, et quasi lactatura fetus residet. Sic pietatis suae studio decepta, et vindictam amittit et sobolem.
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Romanes eunt domus

Comiquísima escena didáctico imperialista de The Life of Brian (La vida de Brian), película de Monty Python
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(versión libre en español por Gabriela Marrón)
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Centurion: ¿Qué es esto? ¿Romanes eunt domus, Los romanos van la casa?
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Brian: Di... Dice ¡Romanos, váyanse a casa!
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Centurion: ¡No, no dice eso! ¿Cómo se dice romano en latín? [agarra a Brian de la oreja] ¡Vamos, vamos!
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Brian: ¡Romanus!
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Centurion: Que se declina como...
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Brian: ¡Annus!
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Centurion: Y el vocativo plural de annus es...
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Brian: ¿Anni?
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Centurion: [escribe] Romani. ¿Y eunt? ¿Qué quiere decir eunt?
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Brian: ¡Váyanse! Dej…
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Centurion: Conjugá el verbo ir.
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Brian: ¡Ire; eo, is, it, imus, itis, eunt!
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Centurion: ¿Entonces eunt qué es?
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Brian: ¡La tercera persona plural del presente de indicativo: ellos van!
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Centurion: Pero Romanos, váyanse a casa es una orden, entonces tenés que usar... ¿Qué...?
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Brian: ¡El imperativo!
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Centurion: Qué es...
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Brian: ¡I!
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Centurion: [retorciendo la oreja de Brian] ¿Cuántos romanos?
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Brian: [gritando] ¡Plural, plural! ¡Ite, ite!
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Centurion: [escribiendo] Ite. ¿Domus? ¿Nominativo? Pero vayanse a casa indica movimiento hacia, ¿no, muchacho?
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Brian: ¡Dativo, señor!
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[El centurion desenvaina rápidamente la espada y la presiona contra la garganta de Brian.]
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Brian: ¡No, dativo no! ¡No es en dativo, señor! ¡No! Es en... ¡acusativo, acusativo! ¡Domum, señor, ad domum!
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Centurion: Excepto porque domus va en caso...
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Brian: ¡Locativo, señor!
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Centurion: Que se escribe...
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Brian: ¡Domum!
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Centurion: [escribiendo] Domum...-um [guardando la espada] ¿Comprendido?
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[Brian asiente]
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Centurión: ¡Ahora escribilo cien veces!
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Brian: ¡Sí, señor! ¡Gracias, señor! ¡Ave Cesar!
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Centurion: Ave Cesar. ¡Si no terminaste para el amanecer te corto las pelotas!
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Brian: ¡Oh, gracias, señor! Gracias, señor. Ave Cesar, etcetera, señor!
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Romanes eunt domus
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Centurion: What is this then? Romanes eunt domus, "People called Romanes they go the house"?
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Brian: It-it says, "Romans, go home"!
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Centurion: No, it doesn't! What's Latin for "Roman"? [grabs Brian's ear] Come on, come on!
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Brian: Romanus!
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Centurion: Goes like?
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Brian: Annus!
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Centurion: Vocative plural of annus is...?
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Brian: Anni?
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Centurion: [writes] Romani. And eunt? What is eunt?
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Brian: "Go"! Let-
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Centurion: Conjugate the verb "to go".
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Brian: Ire; eo, is, it, imus, itis, eunt!
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Centurion: So eunt is...?
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Brian: Third person plural, present indicative. "They go!"
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Centurion: But "Romans, go home" is an order, so you must use the...?
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Brian: The... imperative!
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Centurion: Which is...?
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Brian: I!
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Centurion: [twisting Brian's ear] How many Romans?
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Brian: [yelling] I.. Plural, plural! Ite, ite!
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Centurion: [writing] Ite. Domus? Nominative? But "go home", it is motion towards, isn't it, boy?
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Brian: Dative, sir!
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[The centurion promptly draws his swords and presses it against Brian's throat.]
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Brian: No, not dative! Not the dative, sir! No! The... accusative, accusative! Domum, sir, ad domum!
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Centurion: Except that domus takes the...?
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Brian: The locative, sir!
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Centurion: Which is?
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Brian: Domum!
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Centurion: [writing] Domum... -um [sheathing his sword] Understand?
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[Brian nods]
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Centurion: Now, write it out a hundred times!
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Brian: Yes, sir, thank you, sir! Hail Caesar!
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Centurion: Hail Caesar. If it's not done by sunrise, I'll cut your balls off!
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Brian: Oh, thank you, sir. Thank you, sir. Hail Caesar and everything, sir!.
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Eneida 9, 590-660

(versión libre en español por Gabriela Marrón)

Se dice que entonces Ascanio, antes habituado a espantar ágiles fieras, lanzó una flecha y derribó hábilmente al fornido Numano, conocido como Rémulo y recientemente casado con la hermana menor de Turno. Numano iba delante de la primera línea de guerreros, con el pecho inflamado por su nueva posición y soltando a gritos palabras dignas e indignas de referir. Avanzaba, gigantesco, en el clamor: “Frigios, cautivos ya en dos oportunidades, ¿no les avergüenza estar nuevamente cercados y oponer a la muerte una simple muralla? ¡Estos son los que buscan apropiarse de nuestras esposas con la guerra! ¿Qué dios o qué locura los condujo a Italia? No hay aquí Atridas, ni un Ulises que urda palabras: nuestra estirpe es dura desde su origen, sumergimos nuestros hijos en el río apenas nacen, curtiéndolos con el implacable hielo y las corrientes de agua. Los niños se desvelan por cazar venados y asedian los bosques: domar caballos y lanzar flechas tensando el arco es un juego para ellos. Los jóvenes, habituados a vivir con poco, soportan el trabajo: cultivan la tierra con azadas o asedian fortificaciones en guerra. Toda nuestra vida se consume con el hierro: golpeamos el lomo de los novillos sosteniendo la lanza al revés. Ni altera nuestro vigor, ni debilita nuestra fuerza de voluntad la pesada vejez: nos aplastamos las canas con el casco, siempre nos alegra obtener nuevos botines de guerra y vivir de los despojos. La pereza, las ropas teñidas de azafrán y nítida púrpura, abandonarse al canto y las danzas: eso les gusta a ustedes. Sus túnicas tienen mangas y sus mitras cintas. ¡Oh frigias –mejor dicho, porque frigios no son– vayan a través del Díndimo, donde la flauta doble les proporciona el canto al que están acostumbrados. Los tamboriles y el boj berecintio de la madre del Ida los reclaman: dejen las armas en manos de los hombres, reconózcanse inferiores en el manejo del hierro.” Ascanio no toleró que lanzara esas palabras y pregonara tamañas ofensas. Giró hacia él, estirando el arco con ambas manos en direcciones opuestas, alistó la flecha sobre la tensionada cuerda de crin de caballo y, antes de disparar, dirigió a Júpiter un voto como suplicante: “Omnipotente Júpiter, da una señal favorable a mis valientes inicios. Yo mismo conduciré anualmente a tu templo una ofrenda: presentaré en el altar un radiante novillo con la frente dorada y la cabeza tan alta como su madre, ya capaz de embestir con sus cuernos y de disgregar la arena con sus patas.” El Padre lo escuchó, tronó en señal de asentimiento desde un sector despejado del cielo, a la izquierda, y simultáneamente resonó el mortífero arco. La flecha, tensionada hacia atrás, voló con horrible estridencia, llegó a la cabeza de Rémulo y atravesó con el hierro sus blandas sienes. “Andá, ridiculizá el valor con palabras soberbias. Esta es la respuesta que le dan a los rútulos esos frigios ya dos veces cautivos”. Es todo lo que dice Ascanio. Los teucros lo siguen con clamor, braman de alegría y su ánimo se eleva a los astros.

Apolo, el de larga cabellera, casualmente sentado sobre una nube en la extensión del cielo, observaba la ciudad y el ejército ausonio desde las alturas. Entonces, dirige estas palabras al victorioso Julo: ¡Bien por tu incipiente valor, jovencito, así se llega a los astros! ¡Bravo, descendencia divina y futuro padre de dioses! Bajo la casa de Asáraco se aplacan, con justicia y por voluntad del hado, todas las guerras futuras: Troya te resulta pequeña.” Dice esto y simultáneamente se arroja desde lo alto del cielo, surca las brisas que soplan y busca a Ascanio. Muda la forma de su rostro bajo la apariencia del anciano Butes, antes escudero y fiel custodio de la morada del dardanio Anquises, ahora cedido por Eneas como acompañante a Ascanio. Apolo, que avanzaba similar en todo al anciano –voz, color de piel, blancos cabellos y armas de terrible estridor– dirige estas palabras al ardoroso Julo: “Que te sea suficiente, descendencia de Eneas, el haber enfrentado impunemente a Numano con tus flechas. El magno Apolo te otorga esta primera gloria y no niega que tus armas puedan equipararse a las suyas. Por lo demás, jovencito, dejá de combatir.” Así habló Apolo, pero en medio del discurso abandonó su apariencia humana y se sustrajo a la vista disipándose en un aura tenue a lo lejos. Los jefes dardanios reconocieron al dios, advirtieron sus divinas flechas y escucharon el sonido de su carcaj al retirarse.

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Eneida 9, 590-660
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Tum primum bello celerem intendisse sagittam
dicitur ante feras solitus terrere fugacis
Ascanius, fortemque manu fudisse Numanum,
cui Remulo cognomen erat, Turnique minorem
germanam nuper thalamo sociatus habebat.
is primam ante aciem digna atque indigna relatu
uociferans tumidusque nouo praecordia regno
ibat et ingentem sese clamore ferebat:
'non pudet obsidione iterum ualloque teneri,
bis capti Phryges, et morti praetendere muros?
en qui nostra sibi bello conubia poscunt!
quis deus Italiam, quae uos dementia adegit?
non hic Atridae nec fandi fictor Vlixes:
durum a stirpe genus natos ad flumina primum
deferimus saeuoque gelu duramus et undis;
uenatu inuigilant pueri siluasque fatigant,
flectere ludus equos et spicula tendere cornu.
at patiens operum paruoque adsueta iuuentus
aut rastris terram domat aut quatit oppida bello.
omne aeuum ferro teritur, uersaque iuuencum
terga fatigamus hasta, nec tarda senectus
debilitat uiris animi mutatque uigorem:
canitiem galea premimus, semperque recentis
comportare iuuat praedas et uiuere rapto.
uobis picta croco et fulgenti murice uestis,
desidiae cordi, iuuat indulgere choreis,
et tunicae manicas et habent redimicula mitrae.
o uere Phrygiae, neque enim Phryges, ite per alta
Dindyma, ubi adsuetis biforem dat tibia cantum.
tympana uos buxusque uocat Berecyntia Matris
Idaeae; sinite arma uiris et cedite ferro.'
Talia iactantem dictis ac dira canentem
non tulit Ascanius, neruoque obuersus equino
contendit telum diuersaque bracchia ducens
constitit, ante Iouem supplex per uota precatus:
'Iuppiter omnipotens, audacibus adnue coeptis.
ipse tibi ad tua templa feram sollemnia dona,
et statuam ante aras aurata fronte iuuencum
candentem pariterque caput cum matre ferentem,
iam cornu petat et pedibus qui spargat harenam.'
audiit et caeli genitor de parte serena
intonuit laeuum, sonat una fatifer arcus.
effugit horrendum stridens adducta sagitta
perque caput Remuli uenit et caua tempora ferro
traicit. 'i, uerbis uirtutem inlude superbis!
bis capti Phryges haec Rutulis responsa remittunt':
hoc tantum Ascanius. Teucri clamore sequuntur
laetitiaque fremunt animosque ad sidera tollunt.
Aetheria tum forte plaga crinitus Apollo
desuper Ausonias acies urbemque uidebat
nube sedens, atque his uictorem adfatur Iulum:
'macte noua uirtute, puer, sic itur ad astra,
dis genite et geniture deos. iure omnia bella
gente sub Assaraci fato uentura resident,
nec te Troia capit.' simul haec effatus ab alto
aethere se mittit, spirantis dimouet auras
Ascaniumque petit; forma tum uertitur oris
antiquum in Buten. hic Dardanio Anchisae
armiger ante fuit fidusque ad limina custos;
tum comitem Ascanio pater addidit. ibat Apollo
omnia longaeuo similis uocemque coloremque
et crinis albos et saeua sonoribus arma,
atque his ardentem dictis adfatur Iulum:
'sit satis, Aenide, telis impune Numanum
oppetiisse tuis. primam hanc tibi magnus Apollo
concedit laudem et paribus non inuidet armis;
cetera parce, puer, bello.' sic orsus Apollo
mortalis medio aspectus sermone reliquit
et procul in tenuem ex oculis euanuit auram.
agnouere deum proceres diuinaque tela
Dardanidae pharetramque fuga sensere sonantem.

Exemplum de lintheo

Relato ejemplar relacionado con un lienzo

Pedro Alfonso, Disciplina Clericalis, X

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(versión libre en español por Gabriela Marrón)

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Esto se cuenta acerca de cierto hombre que partió fuera de la ciudad, dejando a la esposa con su suegra. La mujer estaba enamorada de otro y se lo contó a su madre, que conmovida por ella favoreció esa pasión, llamó al pretendiente y comenzó a comer junto con él y su hija. Mientras estaban comiendo, llegó el marido y golpeó la puerta. La mujer se puso de pie, escondió al enamorado y luego le abrió al dueño de casa. Al entrar, el marido ordenó que se le preparara la cama, porque estaba cansado y deseaba recostarse. Nerviosa, la mujer no sabía qué hacer, y al notarlo, la madre dijo: “Hija, no te apures a preparar la cama, primero mostrémosle a tu marido el lienzo que hicimos”. Entonces, sacando un lienzo, elevó todo lo que pudo uno de sus extremos y le dio la otra punta a su hija para que la levantara. Extendiendo el lienzo de esa forma, engañaron al marido hasta que el amigo, que estaba escondido, salió. Entonces, la mujer le dijo a su hija: “Colocá sobre la cama de tu marido este lienzo tejido por tus manos y las mías.” El marido le preguntó: “Suegra, ¿usted también sabe tramar esta clase de lienzos”. Y ella respondió: “Ay, hijo mío, he tramado muchos lienzos de este tipo.”

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Exemplum de lintheo

(Pedro Alfonso, Disciplina Clericalis, X)

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Dictum est de quodam qui peregre proficiscens commisit uxorem suam suae socrui. Uxor autem sua alium quendam adamavit et matri hoc indicavit. Quae commota pro filia favit amori et convocans procum eundem coepit cum illo et filia epulari. Epulantibus illis supervenit maritus et hostium pulsavit. Et consurgens mulier procum abscondit et hostium postea domino aperuit. Qui postquam intravit, ut lectus sibi pararetur praecepit; nam quiescere volebat quia lassus erat. Turbata mulier dubitavit quid faceret. Quod videns mater: Ne festines, inquit, filia, lectum parare, donec monstremus marito tuo lintheum quod fecimus. Et extrahens lintheum vetula quantum potuit unum cornu illius sustulit et alterum filiae sublevandum dedit. Sicque lintheo extenso delusus est maritus, quousque qui latuerat egrederetur amicus. Tunc ait mulier filiae suae: Extende lintheum super lectum mariti tui, quia manibus tuis et meis est contextum. Cui maritus: Et tu, domina, scis tale lintheum parare? Et illa: O fili, multa huiusmodi paravi.

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Epitafio Anónimo, AE 1984, 90

(versión libre en español por Gabriela Marrón)

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consagrado a los dioses manes de

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no

....no digo el nombre


no

....tampoco los años

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para no prolongar –al leer– el dolor en mi mente

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eras un niño dulce

poco tiempo tomó aniquilar a la muerte la vida

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ahora sos libre

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no

....no es dolor

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no es dolor que el ser amado muera

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(ya lo liberó

....................incesante

....................................la muerte)

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Epitafio Anónimo, AE 1984, 90

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D(IS) M(ANIBVS) S(ACRVM)

NOMEN NON DICO NEC QVOD VIXERIT ANNIS

NE DOLOR IN MENTEM CVM LEGIMVS MANEAT

INFANS DVLCIS ERAS SED TEMPORE PARVO

MORS VITAM VICIT NE LIBERTATEM TENES

NON DOLOR EST VT QVEM AMAS PEREAT

NUNC MORS PERPETUA LIBERTATEM DEDIT.

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Ovidio, Heroid. 7, 94-97

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nec consumpta rogis inscribar ELISSA SYCHAEI,
....hoc tantum in tumuli marmore carmen erit:
PRAEBVIT AENEAS ET CAVSAM MORTIS ET ENSEM;
....IPSA SVA DIDO CONCIDIT VSA MANV.
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Ovidio, Heroida 7, 94-97
(versión libre en español por Gabriela Marrón)
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no ruegues
..................–consumido mi cuerpo–
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que se escriba en la lápida:
.............................................ELISA, ESPOSA DE SIQUEO
serán estos
..................–en el túmulo–
..........................................los versos sobre el mármol:
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LA RAZÓN PARA MORIR SE LA DIO ENEAS
TAMBIÉN ENEAS LE OFRECIÓ LA ESPADA
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DESPUÉS
..............CON SUS PROPIAS MANOS
............................................................DIDO MISMA SE MATÓ
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Eneida 4, 129-173

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Oceanum interea surgens Aurora reliquit.
it portis iubare exorto delecta iuuentus,
retia rara, plagae, lato uenabula ferro,
Massylique ruunt equites et odora canum uis.
reginam thalamo cunctantem ad limina primi
Poenorum exspectant, ostroque insignis et auro
stat sonipes ac frena ferox spumantia mandit.
tandem progreditur magna stipante caterva
Sidoniam picto chlamydem circumdata limbo;
cui pharetra ex auro, crines nodantur in aurum,
aurea purpuream subnectit fibula uestem.
nec non et Phrygii comites et laetus Iulus
incedunt. ipse ante alios pulcherrimus ovnis
infert se socium Aeneas atque agmina iungit.
qualis ubi hibernam Lyciam Xanthique fluenta
deserit ac Delum maternam inuisit Apollo
instauratque choros, mixtique altaria circuí
Cretesque Dryopesque fremunt pictique Agathyrsi;
ipse iugis Cynthi graditur mollique fluentem
fronde premit crinem fingens atque implicat auro,
tela sonant umeris: haud illo segnior ibat
Aeneas, tantum egregio decus enitet ore.
postquam altos uentum in montis atque inuia lustra,
ecce ferae saxi deiectae uertice caprae
decurrere iugis; alia de parte patentis
transmittunt cursu campos atque agmina cerui
puluerulenta fuga glomerant montisque relinquunt.
at puer Ascanius mediis in uallibus acri
gaudet equo iamque hos cursu, iam praeterit illos,
spumantemque dari pecora inter inertia uotis
optat aprum, aut fuluum descendere monte leonem.
Interea magno misceri murmure caelum
incipit, insequitur commixta grandine nimbus,
et Tyrii comites passim et Troiana iuuentus
Dardaniusque nepos Veneris diuersa per agros
tecta metu petiere; ruunt de montibus amnes.
speluncam Dido dux et Troianus eandem
deueniunt. prima et Tellus et pronuba Iuno
dant signum; fulsere ignes et conscius aether
conubiis summoque ulularunt uertice Nymphae.
ille dies primus leti primusque malorum
causa fuit; neque enim specie famaue mouetur
nec iam furtiuum Dido meditatur amorem:
coniugium uocat, hoc praetexit nomine culpam.
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Eneida 4, 129-173
(versión libre en español por Gabriela Marrón)
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Mientras tanto, asoma la Aurora dejando el Océano a sus espaldas. Ya insinuado el primer resplandor, equipada con redes de malla amplia, trampas y anchos venablos de hierro, la juventud más selecta franquea las puertas. Corren, junto con los jinetes masilios, los perros de sagaz olfato. En el umbral, los más destacados jefes del pueblo fenicio aguardan a Dido que se demora en el lecho. Erguido, el caballo de la reina se distingue enjaezado de púrpura y oro, golpea con su casco la tierra y muerde, impetuoso, los frenos cubiertos de espuma.
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Finalmente, rodeada por un gran cortejo, avanza Dido envuelta en una clámide sidonia con el borde teñido. Lleva un áureo carcaj, los cabellos atados con hilo de oro y el manto purpúreo sujeto en un broche dorado. También avanzan los compañeros frigios y el feliz Julo. El propio Eneas, más hermoso que todos, se presenta ante los demás como compañero, incorporándose al grupo. Igual que Apolo al abandonar Licia y las aguas del Janto en invierno, cuando visita su materna Delos, renueva los coros y se agitan los cretenses, los dríopes, y los tatuados agatirsos mezclados en torno a los altares. Igual que cuando el propio Apolo atraviesa las cumbres del Cintio, enlaza su amplia cabellera, la ciñe de oro al darle forma con suaves ramas y resuenan las flechas sobre sus hombros. No menos sobrio iba Eneas: tan gran belleza fulge en su egregio rostro.
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Una vez que llegaron a los elevados montes y los intransitables cenagales, cabras salvajes proyectadas de lo alto de una roca descendieron corriendo desde las cumbres. Del otro lado, unos ciervos atraviesan en su carrera el campo raso, reúnen la manada en polvorosa fuga y abandonan los montes. El joven Ascanio se alegra en medio de los valles y, montado en su recio caballo, se adelanta en su curso, ya a estos, ya a aquellos. Ruega que se le presente un jabalí rabioso entre el manso ganado, o que descienda del monte un león de azafranado pelaje.
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Entretanto, el cielo comienza a turbarse con un gran rumor. Ya adherido el granizo a la nube que avanza, los compañeros tirios, la juventud troyana y el dardanio nieto de Venus se dirigen con miedo desde todas direcciones hacia los distintos refugios. Descienden torrentes de agua de los montes. Dido y el jefe troyano llegan a la misma cueva. Primero la Tierra y luego la prónuba Juno dan la señal. Brillaron las antorchas y el cielo cómplice del enlace, ulularon en la alta cima las ninfas.
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Para Dido, ese día fue el primero de su muerte y el primero de sus males. Pues ni la apariencia ni la fama la preocupan. Y no lo considera ya un amor furtivo: lo llama matrimonio y este nombre oculta su falta.
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Catulo 95, 4-7

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Zmyrna cauas Satrachi penitus mittetur ad undas,
....Zmyrnam cana diu saecula peruoluent.
at Volusi annales Paduam morientur ad ipsam
....et laxas scombris saepe dabunt tunicas.
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Catulo 95, 4-7
(versión libre en español por Gabriela Marrón)
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largamente apreciada por canosas centurias
llegará la Zmyrna
.............................a lo más profundo
llegará la Zmyrna
.............................a las aguas oscuras del Sátraco
no
....los anales de Volusio no
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ampuloso envoltorio de pescado berreta
morirán ahí nomás
...............................en el borde del Padua
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Propercio 3, 16,25-30

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di faciant, mea ne terra locet ossa frequenti
....qua facit assiduo tramite vulgus iter!
post mortem tumuli sic infamantur amantum.
....me tegat arborea devia terra coma,
aut humer ignotae cumulis vallatus harenae:
....non iuvat in media nomen habere via.
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Propercio 3, 16, 25-30
(versión libre en español por Gabriela Marrón)
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¡no lo permitan los dioses!
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que no sepulten mis huesos en un lugar de paso
­por donde la gente emprenda cada día su marcha
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se torna –tristemente– célebre
el sepulcro de un amante
.........................................de esa forma
que me cubra
......................con sus hojas
...........................................una tierra apartada del sendero
o me escude
...................sepultado
..................................un montón de arena ignota
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no quiero mi nombre en medio del camino
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Epitafio de Caecilius Niger (CIL XII, 5811)

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CIL XII, 5811
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[Cae]c[ilio]
Nigro fa[bro navali]
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[praete]riens qvicvmqve leges h[aec carmina nostra]
[qv]ae tibi defvncti nomina ver[a dabvnt]
[incomptos] elegos veniam peto ne ve[rearis]
perlegere et dicas carmen ha[bere bene]
.
[C]aecilivs Niger est hic ille [sepvl]tv[s] [evndem]
qvo cernis titvlvm star[e habet ecce locvm]
nvnc tibi navales pavci damvs vl[tima vota]
hoc et defvncto corpore mvnvs [habe]
ossa tvis vrnis optamvs dvlce qviesc[ant]
sitqve levis membris terra mo[lesta tvis]
arti[f]ic[i] artifices Nigro damvs ista s[odali]
carmina qvae clavdit iam res[olvta salvs]
.
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CIL XII, 5811
(Versión libre en español por Gabriela Marrón)
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para Caecilius Niger
constructor de naves

a vos,
caminante que recorrés nuestros versos
–esta elegía desmañada
que te ofrece el nombre verdadero del muerto–
te lo pido por favor,
quienquiera que seas,
no temas leer hasta final,
afirmá que está bien el poema

este es Caecilius Niger,
sepultado aquí
en el mismo lugar
donde ves erigida la inscripción

hoy
algunos hombres de mar te ofrecemos un último presente
–recibí esta ofrenda para tus restos mortales–
queremos que descansen
con suavidad
en la urna tus huesos,
y que sea leve a tus miembros la tierra penosa

nosotros,
amigos que compartimos el oficio,
te ofrecemos, Niger,
constructor de naves,
estos versos dispersos ya silenciados por la despedida
.

dijo W. BENJAMIN sobre las traducciones

"Así como el tono y la significación de las grandes obras literarias se modifican por completo con el paso de los siglos, también evoluciona la lengua materna del traductor. Es más: mientras la palabra del escritor sobrevive en el idioma de éste, la mejor traducción está destinada a diluirse una y otra vez en el desarrollo de su propia lengua y a perecer como consecuencia de esta evolución."

de Walter Benjamin, "La tarea del traductor", en Angelus Novus, trad. de H. A. Murena, Barcelona, Edhasa, 1971, pp. 127-143.


dijo BORGES sobre las traducciones

¿A qué pasar de un idioma a otro? Es sabido que el Martín Fierro empieza con estas rituales palabras: "Aquí me pongo a cantar - al compás de la vigüela." Traduzcamos con prolija literalidad: "En el mismo lugar donde me encuentro, estoy empezando a cantar con guitarra", y con altisonante perífrasis: "Aquí, en la fraternidad de mi guitarra, empiezo a cantar", y armemos luego una documentada polémica para averiguar cuál de las dos versiones es peor. La primera, ¡tan ridícula y cachacienta!, es casi literal.

Jorge Luis Borges, La Prensa, Buenos Aires, 1 de agosto de 1926.