(...) Establecemos, bajo pena de excomunión, que ningún estudiante, ni dentro ni fuera de su casa, puede abocarse a los dados, otro juego de azar o cualquier otra actividad recreativa en la que pueda perder dinero (...)
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"Así como el tono y la significación de las grandes obras literarias se modifican por completo con el paso de los siglos, también evoluciona la lengua materna del traductor. Es más: mientras la palabra del escritor sobrevive en el idioma de éste, la mejor traducción está destinada a diluirse una y otra vez en el desarrollo de su propia lengua y a perecer como consecuencia de esta evolución."
de Walter Benjamin, "La tarea del traductor", en Angelus Novus, trad. de H. A. Murena, Barcelona, Edhasa, 1971, pp. 127-143.
¿A qué pasar de un idioma a otro? Es sabido que el Martín Fierro empieza con estas rituales palabras: "Aquí me pongo a cantar - al compás de la vigüela." Traduzcamos con prolija literalidad: "En el mismo lugar donde me encuentro, estoy empezando a cantar con guitarra", y con altisonante perífrasis: "Aquí, en la fraternidad de mi guitarra, empiezo a cantar", y armemos luego una documentada polémica para averiguar cuál de las dos versiones es peor. La primera, ¡tan ridícula y cachacienta!, es casi literal.
Jorge Luis Borges, La Prensa, Buenos Aires, 1 de agosto de 1926.
¿Cómo reconocemos las esposas, los grillos, las prisiones que la tradición ha echado sobre nosotros?
Franz Boas, 1858-1942
(versión en español por Isabel Blanco)
2 comentarios:
Jaja.. establecemos, bajo pena de excomunion, q ningun estudiante puede quitarse los calzones para ir a cagar, fuese cual fuese la emergencia gastrica.
Hevy esto.
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